La arquitectura del templo

23.06.2019

1. las cosas

la noche azula el perchero en medio del living.

una luz, macilenta, fractura el aire,

desciende,

irradia el brillo

más o menos opaco en los rincones;

bah, las cosas


2. lenta y lluvia

en los rincones hay sapos apostados en espera, enmarcados con vidrio.

-¿estos no son muchos dibujos de sapos? -le pregunta alguien

y la tarde es lenta y lluvia.

-¿te parece? -le responde con otra pregunta


3. la lentitud de la lluvia en la tarde gris sofoca las expectativas...

y la tarde

lentamente

llueve


4. popular

la luz baja y en la esencia

despierta el clima del letargo

-¿cuánta popularidad tenés?

-¿cómo se mide eso?

-es ese sueño retardado que algún...


5. música

lo apreciable es tierra en olla,

densos melones de ojo (en lugar de las cucharas)

y la música acompaña

siempre con unas cuerdas, ¿no?:

violines, chelos, una guitarra bien distorsionada...

-un poco exagerada,

-sí, tal vez es así


6. arquitectura

"cada vez más rápido", grita un remisero en la puerta.

la voz apagada, ronca, se expande sin querer, digamos,

por el pasillo del gran condominio.

-una obra de arquitectura moderna, ¿no es así?

ella desciende ahora las escaleras. la respuesta, si la hubo

(un murmullo inaudible),

quedó suspendida en el hall.

el cuarto de recepción está incrustado en el centro.

otra vez vacío


7. roer huesos

la noche es fría. los pasos siempre hacia adelante

y alguien se conmueve en la esquina, en la otra cuadra,

donde los perros de la calle ya se cansaron de roer huesos espantosos


8. una mosca en la revancha

"no hay víctimas en la ciudad prófuga", piensa alguien.

ni espejos suscitados de pólvora y cenizas.

la efervescencia es lateral, teatral, digamos,

salta la cúspide de los entremeses y ahí,

justo ahí,

se posa una mosca en la revancha


9. No

es el no rotundo lo que asusta.

me acompaña un trayecto y luego se va a un lugar indefinido.

hasta que vuelvo a franquear la puerta de entrada

y subo lentamente,

porque de otra manera no podría,

las escaleras de cemento,

y ahí nomás,

en la subida,

olvido su rostro, su ropa, la apariencia que tenía


10. fijo en nada

alguien me dirá que no soy observador, que no escucho a los demás y creo

fervientemente

que es así, al menos a veces.

a veces no me fijo en nada y sólo deseo no fijarme o hacer como que lo estoy haciendo pero no. no soy un tonto y sé, perfectamente, cuando no lo estoy haciendo pero es mejor, a veces, no ser muy inteligente


11. decir

cuando habla esa parte inteligente

se confunde con la condición etérea de un perfil o dos

soy dicho

me dicen

se habla

una garganta fuerte y destructora se vacía en el hueco,

entre dos mamblas firmes.

el tiempo ha dicho

es tarde

hay que descansar


12. el sueño que habla

y es el sueño que habla:

"hola",

dice y se enfría en una constelación,

de permanencia ajena a la vigilia,

como muecas en la carne

se despega de unas sábanas

en la sabana ardiente


13. 3D

"es fatuo", dice del fuego que asiste a su pesadilla y no se detiene.

está ahí también

otro ser que aguarda agazapado en su mano.

como títere se ríe a destiempo la imagen

y es similar a ver una película en 3d sin anteojos


14. ciudad

la casa vibra y los vecinos siguen aullando

no hay silencio pleno

todo está contaminado de ciudad


15. zona de fuego

y el ruido continúa,

estás atento,

acá y allá el insomnio,

en todas partes suena la música

y todo se condena en la espera,

la caída libre desde una altura razonable.

ahora el sueño se estrella contra un espejo roto

y las polutas de humo se dispersan en el gran ambiente.

"no es el fuego un lugar...", murmura.

a veces la almohada pesa toneladas y es una zona de fuego, digamos


16. el androide

"decimos que las cosas van a mejorar",

así decía alguien que era muchos otros que lo hablaban, lo hacían.

él se convertía, de inmediato, en un androide, un humanoide o un zombi.

nadie, hasta el día de hoy, lo puede asegurar con certeza,

"era una... presencia, estoy seguro", agrega otro


17. 45

bombardearon la plaza otra vez,

nadie vio o escuchó nada

pero ahí está,

la plaza en ruinas.

-¿dónde para el 45?

-...


18. depredadores

ahí están

todos quieren ser porongas

"acá no hay depredadores", dice alguien en la televisión,

otro le pone una cara de pelotudo tremenda...

"es una terraza a la que sólo subí dos o tres veces", le digo

"pero está ahí", me dice sin ton ni son


19. la pileta

la pileta está vacía,

abandonada

cuando llueve se junta agua

después se pudre

de a poco

desde acá, en el balcón,

la veo


20. más duro que un paquete de pastillas

los gatos siguen peleando

y cogiendo en la pileta vacía

veo la luz del vecino prendida

de un momento a otro me va a tocar el timbre:

-¿Me convidás un wiskicito?

-dale, pasá.

ahora

no para de hablar

y la boca pastosa

le junta una baba blanca en

las comisuras de los labios

"está más duro que un paquete de pastillas", pienso

y luego lo escucho, y...

hasta que me canso y le doy salida

-bueno, taza, taza...


21. espejos tenues

las manos del viento eran sortijas de sueños

noches arropadas en señales

sombríos destellos de caracol ardiente,

espejos tenues de penumbra

y los bosques sangrantes se detienen en lamentos sordos

la sábana es el enemigo

de los ojos muertos

del panteón sostenido

agrietado desorden

nulidad de hemisferios


22. viejos rockeros

me cansa el tintinear de mí

sus sombras son retazos

en la cofradía

y escucho/escuchaba

canciones de viejos rockeros

que se esparcían en anterioridades autodestructivas

ahora mismo,

se calla el solo hecho de estar sabiendo cómo es el mundo

cómo son las campanas de esta caverna

de estos sueños pasajeros...

ella está/estaba ahí

pero no se confunde con su brazo

sus dedos

o mi pene

simplemente llora

y yo no sé qué hacer con todo eso


23. ascenso

la terraza está lejos

pero está ahí

sólo hay que subir

-¡ascensor!, ¡ascensor!

otra vez roto

todavía quedan las escaleras...

temo lo peor

lo otro todavía no fue

es el umbral del fin

es un pasillo


24. del lado oscuro

¿cómo se llega al cielo?

no soy un personaje de novela,

tampoco intento serlo,

sólo me acuno frente a una pantalla

como un niño pequeño

y no duermo.

un jedi (o sith) del lado oscuro

se apodera de mi fuerza y me obliga a usar mis poderes,

mis poderes refugiado en el comedor.

ahora vivo en un loft,

en argos.

no hay calamidad semejante,

cruzo un brazo y me mareo

y encima,

en esta casa no hay espejos.

los días no pasan,

me pesan

y fumo y río

y estoy todavía a salvo cuando esgrimo la espada,

sable de luz.

se iluminan los contornos,

el simulacro de pelea se tilda

y es imposible avanzar

con los ojos muertos estribo

la venganza y no hay

momento alguno en el océano

vacío que es una pesadilla abandonada

ahí, abajo

en el patio del edificio,

pirámide,

ovni


25. dioses antiguos

vivo y respiro en una pirámide,

un templo azteca en argos.

en realidad el edificio,

según history channel,

es un ovni, es la nave espacial en la que llegaron

los dioses antiguos.

ahora muertos o perdidos en el futuro


26. la misión

y llega a su fin el universo todo.

la casa en la terraza.

la terraza de la casa en un cielo plomizo

y apelando al sueño se rompe en una gota de agua.

¿cómo será estar allá en las estrellas, galaxias, cosmos?

el ordenador sigue encendido a las 6 am.

la leyenda dice:

"tienes que matar al sith para completar la misión..."


27. el ñato

el fugitivo de la peste lo ve al ñato chupando el acero de la puerta.

lo muerde con sus mandíbulas de titanio.

ha, casi,

perdido la nariz

y no obstante

sigue respirando rabia


28. un manto de piedad

hay un templo en un risco

como un dios sagrado y nauseabundo

descubro las calamidades de mi día de todos los...

y en picada.

los pecados sacuden pescados fuera del agua

cuando el sol sale,

la pelea todavía sigue en pie

un manto vs un hombre.

un manto de piedad lo cubre

indefenso

pierde las palabras

"quiero ser esto y no lo otro", dice

y uno, no se sabe quién,

le responde que no, que no puede porque es un pelotudo

y sale corriendo


29. cómo mueren algunos insectos en la selva

quedó el cielo inmóvil

y él también petrificado

el dios lo iluminó todo

y se fue para dejarlo

ausente

la terraza palpitaba súbita

y las gotas de sudor frío en

la cara lo empaparon

dijo una plegaria de muerte

un comentario de cómo mueren

algunos insectos en la selva

y se tendió de nuevo en su cama

a dormir el sueño blanco


30. déjà vu

un suicida no tiene salvación

no puede redimirse.

se es otro,

en ese momento,

sin dejar de ser uno.

en un documental vi que algunos chamanes pueden,

en un ritual lisérgico,

salir de sus cuerpos.

también se dice

como explicación espiritual del déjà vu:

el alma,

mientras uno duerme,

sale del cuerpo y recorre

lugares desconocidos


31. paraje amigo

la muerte, su posibilidad,

se convirtió,

de pronto,

en un paraje amigo

transitable/transmisible.

entonces,

escapar de lo real era entrar en el sueño, en la poesía o en la muerte...

hasta ese momento,

las terrazas fueron lugares deshabitados/intransitables.

el deseo es un fin en sí mismo

nada más


32. inframundo

la muerte,

un laberinto para mortales,

es el lugar, el inframundo,

donde se pelea por la no-existencia.

dejamos el alma en la vereda

en la puerta de entrada

y sufrimos las consecuencias.

se está siempre despierto

en la muerte, creo.

los ojos como un haz de luz

y,

gimoteando,

el recuerdo del sueño

siempre


33. terrazas de cultivo

ella vino pocas veces

siempre era él el que la iba a buscar/buscaba.

algunos so sabían nada

o se hacían.

la noche siempre era solitaria,

el día también.

pero cuando la lluvia mojaba los cristales de unos altos ventanales

(al fondo de la pirámide),

a veces se inundaban las terrazas de cultivo

y permanecían así,

por un tiempo indefinido


34. tatuajes/recuerdos

pienso en un columpio,

en el vaivén de las olas en un mar claro y oscuro.

los recuerdos son como espinas desaforadas

que se clavan en el cuerpo,

en la piel;

como las agujas de la colonia penitenciaria se superponen,

sin descanso,

unas con otras,

hasta perderse,

confundirse.

recuerdo un departamento en una pirámide precolombina

y la selva que es la ciudad donde nací. hay gente en las veredas,

tomando mate;

reconozco algunos rostros, gestos que se

repiten en el espejo y en la lejana condición de ser.

en la playa sigo sin descanso el vaivén de las olas. contemplo

un acantilado,

dos gaviotas.

el verano en monte hermoso o sierra de la ventana,

un amigo, un perro o un zorro

y otra espina se clava

y me pierdo en un ensayo,

el volumen alto,

los pedales de efectos.

otra noche en adrogué o palermo,

una caricia o un grito.


35. de la nada

lunes

por la madrugada ya es demasiado

tarde para estar despierto


36. congeladamente

los dioses no están en el templo.

una caravana de androides se sumerge en un estanque de agua,

congeladamente cristalina.

pienso,

es para recargar sus baterías. un medio líquido

les refresca los circuitos

y todos quedan contentos.

me abruma verlos: son como sombras de acantilados salvajes,

vestales de metal y aceite.

de pronto un acorde y un riff,

electrizados,

me sorprenden y aclaro los dedos, así:

trac, trac, trac.

la madrugada me alivia con los pedernales

y una tormenta de colmenas, la miel,

la miel dulce.

la dulce miel


37. durmientes

nutridos de sol

afloran los escombros,

el jardín presente, los durmientes ahogados.

el templo yace en ruinas

al pie de la ladera.

ya no más sueños injustos,

ha ganado la batalla:

su cuerpo descubierto

descansa en una cama fractura-

da y la...


38. el sopor

con los clásicos no:

una calle

el sopor

y un tiempo

de otro.

más cumbre de oro en forma de cristales o nombres de maleza,

confites de silencio.

al peregrinar sus juegos

no eran caramelos de papel

o enjambre

sino más bien

fracturas en la piel y

en el veneno lejano


39. pateando cosas

no ha nacido está

pateando cosas,

habla de ser y no

encontrar lo material la

carne expuesta,

esencia indispensable el

pensamiento se desvanece.

él en la

avenida y el

calor es intenso

arde la

mañana no llega porque

lo demás es infinito

abstracto.

son suposiciones,

superposición de ideas,

pensamientos y

aunque imagino no

está todavía,

no habla, no es no.

esa mañana o cualquier

otra había salido a

mirar las flores que el

invierno iba aniquilando y

toqué con las manos

(con las dos)

el aire espeso:

la neblina,

el incesante

viento la elevaba a las

alturas

(de la terraza)

donde yacía la huerta con

restos de los

(antes)

vegetales y aromáticas de

verdor naciente que habían

detenido su crecimiento.

no estaban muertos,

no,

sólo yacían invernando, dormían sí

un sueño extraño


40. de leche bautizada

esa leche elemental

hecha de silencio y bronca

que le exprimía la joven,

borracha de tan excitada.

claro, la tensión de las cuerdas

a presión (clavijas paralelas).

el suspiro errante de las cosas

(abandonadas) a la buena de dios.

esa leche elemental

originaria

que aún le exprime,

en el recuerdo,

la borracha, la borrachita.

no es su presencia,

no,

es el abandono de las cosas,

el polvo que se posa sobre ellas,

la intensidad para mirarlas,

allí en los rincones más recónditos,

en su entrepierna,

en su abismo,

en la nada


41. caballo loco

el templo era materia orgánica

obediencia,

era como el dogma ajeno de los años.

un templo,

nada más que un templo en ruinas.

había tantas imágenes alrededor,

que ya no sabía de lo otro,

lo más profundo

que brota como una semilla desde el abismo.

era

entonces

mi cabeza un caballo loco

que corría por el desierto de las estructuras

y se caía

en el acantilado de los huesos


42. sonidos estridentes

como en un video juego pasa el día

oscurecido

por momentos

y afiebrado.

la muerte ronda los jardines espectrales

y una casa pende sobre el lago

imaginario trascender a cuenta gotas.

las sábanas,

encierros de mortajas,

pliegues falsos,

falos,

ornamentos...

y la pantalla titila

se apaga

desconecta.

otra vez un sueño

(una pirámide,

una colmena)

lo envuelve todo en la penumbra

religiosa manera de estar tieso,

rodeado de sonidos estridentes,

chirriar de dientes,

crujidos demenciales


43. se cagaba en el templo

un día siguiente

cuando desperté

sabía que necesitaba otra voz.

una voz lejana al mundo,

alguien que pudiera verme desde otro ángulo y,

por qué no,

que me dijera que todo iba a estar bien.

no eran las voces de siempre:

mis padres,

ni siquiera las de mis amigos.

era,

efectivamente,

otra voz,

una nueva, distinta,

que no conocía la terraza

ni los pasillos y escaleras

y se cagaba,

por suerte,

en el templo,

en mis dioses.


2016


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