Lados b
Intersticios
No es la libertad solo treparse a las escaleras...
ni encontrarse en otro mundo,
incrustado,
malquistando a todos.
La guerra está en otro lado,
no en la paranoia demencial de un puñado de pelotudos.
Un paseo por la decadencia,
por las fisuras del sistema:
"intersticios",
susurra alguien
y la voz se pierde en el silencio comedido.
El ancla
No aúlla el río lejano
tal vez
esté durmiendo.
No hay un grito,
una cadena,
racimos de conciencia,
paz.
Es el porvenir,
El choque férreo contra el muro intransferible;
son las gotas de pudor,
los fragmentos de cuerpo,
el ancla.
Justicia social
No han sonado
las campanas todavía
y ya se amontonan las basuras
a plena luz del día.
Pienso:
"¿Qué han hecho por revertir las injusticias que anunciaron,
hasta en su nombre,
durante tantos años?
Me afiebra pensar en el futuro
y,
mucho más,
en la victoria presente.
La protesta
No añoro el pasado
aunque el presente es confuso.
Al menos,
ahora,
se despliegan alas,
luces intermitentes en un cielo lleno de radares.
Mil cruces hay en un desierto santo,
un pájaro que canta,
a medias,
el repiqueteo de los tambores
alimenta la protesta.
Silencio
No es "nada" un decir de dichos...
es, más bien,
la inspección del atacante incólume.
El giro vertical se asoma al tiempo,
rotundamente,
con cautela,
en los albores está la codicia,
el tintineo,
los silencios más profundos.
No en los tiempos
No hay que reptar más
como algunos reptiles
en los submundos,
no en los tiempos.
Son los catálogos del jefe,
sus impericias:
la culpa la tiene otro,
etcétera.
Como camellos cargados de humo
No hay que reptar más
como aquellos
pelotudos
reptiles de fantasía
en el desierto.
Porque ahora ya
se mantiene en vuelo
el avión que encuentro
en las pequeñas...
invencibles,
noches de marea.
Entiendo:
son las ciudades
como sucias alfombras,
como camellos cargados
de humo y la
sin dependencias externas
en plena lucha
hostil decadencia.
Con el copete
No se somete el espíritu así nomás,
es redentor el corpus,
nunca invertebrado...
en una vertical van encolumnados,
son los pelotudos de siempre
con el copete
a veces en alto
y otras abajo,
por el piso de parqué.
Un pantano
No niego que las cosas se escapan
debajo de la mesa
son las profanas
insignias
burlas de la gloria
las que saltan
y se estremecen en tus ceremonias mías
cuando la cabeza rueda sin sentido
por un pantano
en ciénaga inmunda
y escalofríos.
Radiografías
No son las sábanas frescas
radiografías de lo absoluto
el bulto alojado en el tímpano del cerebro
los ojos desorbitados
de dos extraterrestres territoriales
cuando en la nave fantasma
acecha el temor a las gaseosas
y las papas fritas.
Acertijos resueltos
No están todos los acertijos resueltos
las lápidas quebradas
los andamios desvencijados
el agua sucia
supura la tentación
y la vida
me da vergüenza hablar
de otra cosa.
Teoremas
No cabe duda
para qué negar
si nos aplasta un gigante en medio de la calle
si se desbordan los teoremas existenciales
si la paz del mundo es una cloaca muerta
si unos pibes se fuman todo el pasado
-en ésta-
porque un carrito de supermerca2
que es re fantasma...
Mil plumas
No me tienta un brote tierno
ni la meta de cometas
las manos
ya sé
desvanecen mil plumas
con los ojos muertos
él, caca.
El primer segmento
No cuelga de dos vergas
en el desenfreno epifánico
es en el primer segmento
donde se acumula la sangre
y en otro punto
la curva rectilínea
en la melaza.
Sonetos
No es el beso
como las gotas de veneno en los muros
en las danzas efímeras
con salvajes rondas de sopor...
en el sueño verdadero
rosa
por las luciérnagas apagadas
algunos sonestos muertos
y el insólito pero eficaz
mandamiento puro.
Acople
No rendirse acople
en el tintero azul
la esperanza diestra
el tintineo sordo
la cápsula en chupadas
retina.
La avispa cómo
No finalmente
encuentro en susurros la salida
debo seguir negando
entonces
para no caer en la inmovilidad
nada casualmente
encadenado sucede todavía
así es la espera
la víspera como...
Sucesión de difuntos
No estar hoy despierto
se finge una succión,
perdón,
sucesión de helechos en sustitución de casuarinas
y así las larvas finas
constricción espanto y sueños
mil hojas de árbol de trozo de misa
los domingos cuando se afloja y se suelta el pañuelo
en las tardes de soleada belleza
menos cuando salen a pasear por el pasillo
el ancho pasillo de la caridad
en sombras
casas devastadas por el fuego
los silencios nulos la imperfección en la cara de un muerto
esa como dijo alguien
"sucesión de difuntos" malparidos
y las ramas de las coníferas desbordadas de pájaros que da calambre
y miedo
porque las aves son criaturas extrañas y algunas
como los cuervos ("nunca más") y los buitres
que como Kiss
se comen a los pollitos boluditos
pero antes los pisotean para extraerles el jugo
−¿la culpa quién la tiene?
−los boludos, claro, porque se dejan una y otra vez, se dejan y ya se los cogieron de parados muchas veces y los pelotudos reinciden...
La zamba
no nimba ni zumba
la zamba de una esperanza rota
el solo hecho de estar cruzando un tambo
cuando un tambor repiquetea al viento
la polvareda ajena y el poncho del caudillo
cuchillo borgeano y mentiras
un día se desmadra en cuanto silencio anda caminando
y oliendo a bosta de animal pampeano
la salvajada toda al descubierto
con la carne pa' el asado
desangrándose el atardecer
ni bien comienza a caer
el sol
y el repique del bombo
y el bobo que sigue aguantando...
la puta madre.
Serpientes aisladas
No se abre la flor
es invierno
el manto de hielo cubre el suelo níveo
y él ni vio las casuchas sangrantes de paso del rey
son flotantes capiteles con serpientes aisladas
y en los techos
las tejas rojas como el fuego
y las chotas enseñanzas del amor al pedo
cubre el fondo tu amparo
la lluvia es tu cara ampulosa y en dejos de impudicia
se sostiene dios al servicio de los garcas
ahora sí
ya tenemos papa
¡sale con fritas!
Lisa y llanamente
No es una fórmula sencilla
la complejidad
como arrebato y permanencia.
Se pertenece a...
y no se discute
se es eso.
Lisa y llanamente
como el escenario continuo
o el derrotero que increpa
y se lleva todo.
Desde la televisión
No hay una súbita medida de todas las cosas
sólo enseres desmedidos durmiendo en su sitio.
Camino a destiempo los días
y miro la luna descompuesta.
Hace frío
ahora que los gritos llegan desde la televisión
y el suelo recibe la savia infértil,
la escarcha fría del campo social.
En la cara del mar
No se estila
mejor dicho se cumple
la militancia milica y chota
los putos del hambre
la paz del hombre en pelotas
cruzando la raya del culo
en la cara del mar
tu arma asfixia la entrada y salida de camiones
¡eh, piraña!
me extingo en la fortaleza de los días perfectos
y el sol se cubre de mugre y viento
en las duchas salen cada vez más santos
a veces también
extraterrestres podridos
nacen así ya
con la carne sucia y los dientes afilados
como las pitañas de río
no sé qué más...
2014