Palabras para publicar en internet
1
Pronto habrá nuevos poemas, me digo, es solo cuestión de tiempo. Son tantos ya los que tengo inéditos... y sigo y voy a seguir escribiendo poemas, aunque tenga muchos ya, voy a tener muchos más. Algún día, me digo de nuevo, algún día algo...
2
Pronto habrá nuevos poemas, me repito de nuevo como un mantra. Y es como cuando escribo y una analogía o un intertexto surge de pronto y yo río, pero nadie se entera de esa risa porque estoy solo. Voy a seguir escribiendo, aunque del otro lado no haya nadie y yo ya tenga muchos poemas escritos para ese nadie y algún día algo...
3
Pronto habrá nuevas palabras para celebrar el día. Voy a seguir escribiendo mientras pueda hacerlo. Encuentro un intertexto en la nebulosa de esta mañana y abro un libro y leo. Río, luego, porque me he acordado de ese canto gregoriano, mantra de los que leen todos los días al menos un fragmento de una obra infinita, y esa, creo fervientemente, es la única comunión que tendrán, quizás, mis poemas con el mundo. Algún día, me digo de nuevo, algún día algo...
4
Habrá pronto otra puerta para escapar de este recinto imaginario. Los días transcurren lentos desde el horizonte espectral, la redención de mis poemas será la luz o el viento y ahí estarán en la ventana, todos colgaditos de las pestañas, esperando otro amanecer distinto, ¿en libro?, ¿quién sabe?, quizás en recuerdos del futuro, en otra celda y algo...
5
Una puerta abierta pronto habrá en la desmedida confluencia de vocales y pararrayos. Poemas de montaña o sal sirven de marco teórico a la intemperie. Los días opulentos resquebrajan sueños de meriendas estivales, y la ruta llena de oasis se parece a otra esperanza de algo...
6
Pronto un cráter infinito arrojará todas las palabras al vacío más profundo y desatará la furia del infierno. Intento imaginar cómo sería eso y me detengo ahora, sin ningún preámbulo, en el puntito de la primera i de infierno y luego suspiro: ¡uf! Intento remediar/redimir todos mis poemas de una vez y para siempre, pero una vorágine de futuro a tiempo vomita otro sonido. Ahora cae la tarde, la veo caer nítida: la luz es tragada por un cielo de fuego y algo...
7
Voy a seguir escribiendo hasta el final y me pregunto tan de pronto: ¿qué será el final?, sin perseguir nada más (ni nada menos) que, me digo en voz tan baja que no alcanzo a escucharme, a las palabras, que son muy veloces y corren: "run, run, run...", como cantaba el viejo Lou. Pronto habrá silencio y no querré estar presente en él, para distinguirlo de otras vestiduras y algo...
8
Voy a seguir corriendo; en definitiva, es lo que sé hacer con las palabras: correr correr correr. Con prontitud una puerta abierta, quizá entornada, dictará sentencia y la negra comitiva de letritas discurrirá por los senderos que se bifurcan, en busca de otro páramo menos hostil, más liviano. La literatura cae así, siempre como un manto ostentoso y dejo yo huellas en cursiva, cadáveres exquisitos y memoria. Algún día, me digo de nuevo, algún día algo...
9
En este páramo desierto, con la puerta abierta a la desesperación, otro poema festejado a la muerte de un padre: lugares comunes del autorretrato contemporáneo y conmovedor... El aburrimiento total atraviesa el miasma y las coníferas se doblan con la fuerza del viento que queda todavía suspendido. ¿Qué noticias llegan desde el futuro ardiente? ¿Qué metáforas nos revelarán la muerte como un signo vital de la existencia? Y ahora que cae la tarde, la veo caer nítida: la luz es tragada por un cielo de fuego y algo...
10
¿Cómo se dice eso que alguien quiere escuchar pero que no conduce a nada? Voy a seguir corriendo con la puerta abierta, pienso, y aquellas noticias del futuro que dicen ya no la novedad, sino la pura relación de fuerzas, las mentiras más atroces que el fuego, el miasma ramplón (me gustó esta). Todos los medios escindidos porque no pueden decirme nada de literatura, ni de nada, tan sólo me quieren como un consumidor de algo...
11
Pronto el resplandor fue tejiendo toda la maraña como un cisne teje sus movimientos gráciles en el agua oscura, y el sopor titánico revoleó los ojos a la excusa: estamos salvados, amén. La gotera se detuvo tras la espera y en esos días de tempestades, intentaron sacar algo a alguien, otra vez estaban fomentando la dicotomía ignota, ya que es unidad lo más homogéneo y algo...
12
Yo me intento de pronto, decía algo así en otro simulacro de poemas que estaban por venir en sus papeles; eran doce los que sumé por aquel encierro y hasta tenían unas puteadas bien piolas. Como siempre andaba corriendo, pero una vorágine de futuro a tiempo vomitó otro sonido aciago. Caía la tarde y la vi muy nítida: la luz fue tragada por un cielo de fuego y algo...
13
Pronto, tan pronto como el señuelo se convirtió en excusa, llegaron estos sauces, demoliéndoles el tímpano a los ancianos. La mascarada lunar, enrarecida en redes llenas de peces, volcó la mueca desde el forro hasta la pierna. Eso no es tan pronto, dijo alguien sobre algo que se había dicho, quizás, hacía cinco mil años, cuando la tierra todavía bramaba el nombre de lo infinito y las paredes de las cavernas sabían algo...
14
Como un sopor del viento, el paso acanalado en lo oceánico rememoraba la quietud: ¡horas viendo memes sin ningún sentido!, pero sonriente, también como el gato del clásico y la niña, como un sueño fuera de borda en las alturas y ese algo que es la concreción o la locura de otro algo...
15
Cuando el amor se ausentó o estuvo hibernando, chateé con alguien durante semanas, quizás meses o años; ese alguien sin rostro ni aparentes señales de vida se llamaba... ¡Seguí las publicaciones de un fantasma! Lo que veía yo eran tan sólo imágenes, imágenes superpuestas de la exhibición atroz o del presente. Y otra vez los mercaderes buscaban mi dinero (el que no tenía), lo contabilizaban en cabellos, números de páginas o candilejos, pretendían algo...
16
Pronto es una medida de tiempo (?) bastante ambigua. Los poemas ya están casi listos. ¿Cuántos más voy a poder escribir? Y hago de esto, es cierto, un culto a la negación, porque la negociación no es un valor monetario, al menos así lo entienden algunos editores. Pierdo todo ahora, aunque los poemas están acá, ¿no los ven?
17
Pronto, revuelvo el pasado a la espera de otra resignación, de un abrir y cerrar de párpados: La habitación, a media luz, ocultaba dos cuerpos desnudos; estaban enfrentados en la penumbra, los penetraba, sutil y suspendida, una débil luminosidad que caía por la ventana a medio abrir, como una pequeña cascada. Escena pasiva la de los cuerpos, objetos que permanecían inmóviles y que eran ya parte del mobiliario; los cubría, tan sólo, una delgada capa de polvo, que evidenciaba, falaz, el paso del tiempo. Como distante, pero tan cercana al oído, una dulce melodía de violines desesperados insistía con disonancias y atonalidades en una batalla con trompetas y tambores. Una orquesta inquieta, pensé, de ritmos rápidos y lentos, de contradicciones desconcertantes y acaramelados sonidos. En la calle, a un paso nomás de la ventana, una jauría salvaje peleaba por un hueso raído; un grupo de niños castigaba el tejado, descargando una lluvia de piedras; y los automóviles, ruidosos como truenos, pasaban a gran velocidad. La histeria urbana intentaba, empecinadamente, romper el silencio en la habitación. Los cuerpos no perdieron su postura, como maniquíes de carne, siguieron exhibiendo su desnudez para un público ausente. Algo...
18
Pronto vi en la sed un naranjo aniquilado. Intuí sin temor la vergüenza, para no quedar desprevenido. Hoy ha amanecido en gris de luto. Torpe correlato del olvido, la piedra que emula el corazón. Sentencias. El libro sagrado de los sueños me muestra el acantilado de un mar de muerte y el silencio arrebata la infamia del acontecer. Tardío el sol infinito, la cabeza de la esfinge, mis promesas incompletas. Todos los seres se nutren del engaño en adormideras del miedo libre, y luego se aferran, ciegos, a la conciencia, para dormir tranquilos y despertar sonriendo por algo...
19
Pronto vuelvo al poema: De esta palabra líquida, que se posa en el cielo como un lago en la intemperie, se ve a la distancia, con alegría, desorbitar el trastorno impuesto en el pasado, para el escenario cómico de la imbecilidad. ¿A quién no le inspira ternura que las cosas estén de cabeza? Ahora, que nadie quiere ser un animal, aparece la idea fija de lo absoluto, como respuesta inmediata al contrabando escatológico, la materialidad sensorial de los que emprenden su comercio. Los pies están pisando la tierra y la cabeza, erguida sobre el anatema vital, reproduce una melodía con el movimiento de los cabellos. Tanto fuego de aquel infierno temprano que jamás se impuso del todo, pero que causó cierta decadencia a la hora de humedecer algunos cartílagos internos, es al menos algo...
20
El fin comienza acá, con este descabellado acantonarse. La marea ficcional de las redes te lleva hasta estrellarte con la pared, verticalidad real, suburbio de la pose estudiada al milímetro. Fuera de acá no hay nada, parece. Mi obra avanza con creces, la cresta de la ola ya pasó tal vez, ¿cuándo? Y los velámenes de un volumen a todo trapo rompen con fuerza la distorsión, ya ni impulso para insultar tengo... Estoy un poco derrotado, pero también soy más sabio. Mi palabra se va envejeciendo conmigo, tengo un estilo y eso es algo.